(Continuación)... Terminada la perorata, se disponen a entregar el premio…¡Y lo gana Chuky! Lo abrazo emocionado; de fondo se oyen algunos compases del himno argentino, tibios aplausos, un “Bien, che”, un alarido de una mujer, un eructo y un grito de “¡Fraude!”
Los miserables burócratas de la FIFA han tenido un gesto justo al fin. Sube al escenario Chuky a recibir el premio que consiste en un paraavalanchas de tamaño bolsillo, recubierto con una pátina dorada, que si llega a ser oro, vale sus manguitos.
Chuky no demora ni da rodeos de conferencista. Conmovido, agradece a la Gladys, a sus 6 hijos y, cuando me menciona, mientras se golpea el corazón y luego me señala, se me hace un nudo en la garganta.
Comienza la rueda de preguntas:
-Chuky, lo felicito. ¿Le puedo hacer una pregunta indiscreta?
-Hola y gracias. Mire, caballero, las preguntas, decía un compatriota mío, Oscar de Wilde, nunca son indiscretas. Las respuestas, a veces sí. Dispare.
Un silencio complaciente invade el lugar, perplejo pero benévolo, el periodista deja pasar el desliz como si valorara el esfuerzo de este tipo sin formación para citar al chispeante irlandés.
-¿Cómo hizo usted para variar su conducta delictiva habitual y ser merecedor de este premio?
-No tan delictiva, macho. Yo pienso que este viaje ha sido para mí como aquel de los Beatles a la India, como cualquier viaje trascendental hacia la profundidad de uno mismo. Eso y haber conocido a Firmin.- Me guiña un ojo.
-¿Cómo piensa seguir su carrera?
-Seguiré yendo a alentar a Atlas, comiendo con amigos. Dejaré algunas conductas no tan prístinas que he tenido en el pasado, si a eso se refiere.
-¿Es usted un ejemplo para la juventud argentina?
-De ningún modo.
-¿Qué daría por salir campeón?
Chuky, se retira del escenario majestuosamente sin contestar esa transitada estupidez. El periodista ignorado se sonroja y empieza a comprender que repetir pelotudeces no siempre es el mejor ejercicio.
Nos vamos en un auto blindado y escoltados por dos motos policiales. Chuky destila orgullo: “Mirá cuando se lo muestre a la Gladys” me dice y me muestra el paraavalanchas que, créase o no, termina siendo de oro.
*Alemania-Inglaterra: Partidazo. Alemania fue más, siempre; con Özil y Muller a pleno aprovechó los espacios que los ingleses regalaban. El gol legítimo no convalidado a Inglaterra seguramente influyó. Pero en todo el partido, todo el contexto, Alemania fue más. Son dos equipos grandes, merecíamos este partido. Qué choque nos espera!
*Argentina-México: Si en los primeros 20 minutos hubiésemos tenido una selección seria enfrente, perdíamos. Hoy, hay que decirlo, más allá del resultado, Argentina no jugó bien. El primer gol, en off side, decretó la suerte del partido. Vamos Argentina, carajo! Pero nos vimos complicados. Definimos con lo mejor que tenemos que es la delantera. Atención con los teutones. Crédito abierto: Argentina te mata arriba.
3 en 4. Mañana:
Holanda –Eslovaquia: La naranja, fácil. 2-0, regulando.
Brasil-Chile: Los brazucas le tiran las camisetas en la cancha y les ganan. Fácil, al trote, Brasil, 2-0.
domingo, 27 de junio de 2010
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