Día 16

No sé cómo, aunque lo sospecho, entramos a la conferencia de prensa que brindaron Jonás, el capricho corredor de Diego, y Palermo, el capricho místico de Diego. Tras varios minutos de intrascendencias, vuelvo a oír la remanida pregunta: “¿Qué darías por ser campeón del mundo?” Con distintas variantes, todos los periodistas caen en ese lugar común. Lo extraño, lo inexplicable es que lo hacen con un tono de novedad, como si estuvieran inventando el teléfono, como si fueran ellos muy pícaros, atrevidos, geniales, perspicaces y únicos. Las respuestas, por supuesto, son obvias aunque parecen arriesgadísimas. Seguro, “yo te cambio todos mis goles por ser campeón” suena lindo, pero es imposible. Bien sea porque la primera falacia es querer canjear algo que ya pasó por algo que pasará, o bien porque en la misma respuesta está la trampa (Maradona contestaba: “Si tengo que dar mi mano derecha para que Argentina salga campeón, me la corto. Ni lo dudo.” Como nadie puede garantizar nada, todavía no lo vemos manco a Diego) En fin, más de lo mismo de estos adalides de la mediocridad con ínfulas shakespeareanas. Ya volveremos sobre este tema.
En cierto momento, mientras manoteamos unos sandwichitos de miga ya secos, se nos acerca un influyente dirigente de Atlético Tucumán y, después de saludar a Chuky, le dice: “Estate piola, Chuky. Han hecho un seguimiento de todos los barras y van a dar el premio al barrabrava que mejor se haya portado en la primera ronda del mundial. Hay 5 ó 6 que están para ganarlo y vos sos uno de ellos.” Chuky, queda sorprendido y gratificado. Hasta puedo adivinar en él cierto orgullo. Lo dejo conversando con el tucumano y trato de rescatar de las garras de un periodista italiano la última masita. No lo logro. El tano se defiende con todo, aplica el catenaccio y tengo que retirarme vencido.
Chuky se me une y me cuenta, emocionado: “Un hondureño, un norcoreano, un inglés, un neozelandés, un nigeriano, una portuguesa y yo. ¿Qué tul, Firmin? Mirá si encima me llevo este premio…” Por un momento, se turba, una nube oscurece su alegría, parece caer en la cuenta de algo. Casi escucho funcionar a sus neuronas.
-¡La puta madre! -exclama, de repente- Si ya me discriminaban esos mugrosos barras nuestros, imaginate si me gano el premio al mejor barrabrava de la primera ronda del mundial!
- Que no te importe, Chuky. Vos sos mejor que esos chacales. Y, te digo más, sos mejor barra que los que van por el premio. ¿Un hondureño? Por favor! ¿Una portuguesa? ¿Qué es esto? ¿Una mujer barrabrava? ¿Adónde vamos a parar? Olvidate, lo ganás vos.
No se convence del todo, pero parece olvidar por un momento el destrato de sus colegas compatriotas.
*Eslovaquia-Italia: Siamo fuori della copa. Hasta ahora, el partido más emocionante del mundial. Los tanos, sacando los primeros minutos de su debut donde intentaron jugar, han sido una decepción. Ni siquiera han defendido bien. Con decir que el tercer gol de los eslovacos (golazo, por cierto) vino de un lateral…Horrible. Justa eliminación de Italia, un despropósito futbolístico. Eslovaquia, sorpresivamente (incluso para ellos que ya tenían los pasajes de vuelta a Bratislava en mano) se metió en octavos. No durará mucho, seguramente, pero ahí están y los tanos no. No sé si ha pasado alguna vez que los dos finalistas de un mundial, se vayan en primera ronda al siguiente.
Escuchamos varias teorías sobre el notorio declive de la squadra azzurra. Todas pelotudeces, créanme. La única realidad es que tenían un equipo flojísimo, por decisiones del técnico y por falta de talentos nuevos. Y a otra cosa.
*Paraguay-Nueva Zelanda: No sé si es una alegría exagerada la de Alcides o estamos en presencia de un sátiro guaraní, pero se abraza con todas las compatriotas que puede. Y siempre estira el contacto 20 segundos más de lo cortés. No peligraba la clasificación de Paraguay y jugó un partido aceptable contra los simpáticos neozelandeses. Dominó claramente los 90 minutos y sólo le faltó el gol. Es un equipo durísimo el paraguayo. Atención: Pueden extenderse, tal vez expandirse y tomar rumbos más candentes, los abrazos de Alcides.
*Dinamarca-Japón: Convincente triunfo japonés y a octavos los nipones. Con un tal Honda que juega bastante mejor a lo que nos tienen acostumbrados los hijos de la tierra del Sol Naciente. La rompió el japonés amarillo, y no es una redundancia sino que describo el color de tintura de su pelo.
Dinamarca, frío, frío; a lo sumo, por escasos momentos, tibio. Parece irrepetible aquella generación danesa del Mundial ’86.
*Camerún-Holanda: Livianito pero entretenido partido. Holanda jugó bien, mostró solidez en todas sus líneas. Esta Holanda es bastante menos vistosa que otras que hemos disfrutado. Sin embargo, parece mucho mejor armadita y da una sensación de seguridad que, quizás, anteriores selecciones naranjas no brindaban. Le llegan poco (no sólo en el mundial, también en las eliminatorias), le convierten muy poco y tiene un equipo equilibrado y con experiencia. Al parecer, su técnico, pese a ordenarlos tácticamente, no los manda a todos para atrás y por lo que se vio hasta aquí, hace cambios ofensivos o al menos, lógicos, los que pide el partido. Y, un detalle no menor, recuperó a Robben. Firme candidato a llegar lejos. Conjeturamos junto a Van der Mole y Van der Ola, quienes ya se han vuelto creyentes fanáticos (que es lo que suele suceder con los conversos), que Eslovaquia es casi un trámite para Holanda. “Sin descuidarse. A ver si van zarpados de creídos y terminan con el culo roto” les dice, con sutileza, Chuky. Los 4 nos reímos.
23 en 44. Seguimos:
Portugal-Brasil: Empate, 1-1.
Corea del Norte-Costa de Marfil: Los marfileños, 1-0.
Chile-España: (¡Qué partido! Bielsa debe estar pensando si no será mucho irse 2 veces en primera ronda.) Pues sí, ganan los gallegos, 2-1.
Suiza-Honduras: Los helvéticos, 1-0.