Toda ceremonia inaugural es, por definición, aburrida. En Olimpíadas, en Mundiales o en Torneos Bonaerenses de Papi Fútbol. Algunas por duración, aunque tengan algún que otro momento interesante y la mayoría por añadir a su innecesaria extensión el bostezo inevitable que provocan los soporíferos actos. Supongo que esta apertura fue bastante pasable y le suma muchos puntos su brevedad. Si de mí dependiera alguna vez una inauguración de este estilo lo reduciría a un lacónico: “Buenos días, empieza el mundial” y, a lo sumo, algún video preferentemente subido de tono. Pero ese soy yo.
Chuky se quedó dormido en medio de la ceremonia, mitad por la resaca que arrastraba. Ya me había alertado más temprano: “Firmin, no te escabies jamás con Amarula. Será muy autóctono pero te deja la madre de todas las resacas” Tomaré su consejo. Parece un sujeto que sabe de lo que habla. Al menos en este aspecto.
Me encontraba yo, hace algunos meses, casi desinteresado por este acontecimiento pero me fue invadiendo, me fue poseyendo el clima mundialista. Y, quiérase o no, es emocionante. Así que no me sorprenderá verme desatado, gritando como un loco, emocionándome con el himno…Será inevitable. Una vez más. Y pensar que hay gente, inteligente en algunos casos, que insiste con el repetitivo “El fútbol son once tipos corriendo detrás de una pelota” La sentencia los define. También algunas modelos sostienen que un libro es una revista sin fotos. Verán, hay para todo gusto…
¡Y ya arranca!
*Sudáfrica-México: Comenzó el partido con los sudafricanos atados, erráticos, nerviosos como si la situación los superara y un equipo mexicano que intentaba asociarse mediante toques y buen fútbol con un Giovanni dos Santos como para ilusionar a los pinches cabrones. Mereció más México en ese primer tiempo. En el segundo tiempo, la actitud de los locales empezó a prevalecer. Se pusieron en ventaja mostrando una de las grandes falencias de México: La defensa. Frágil, lenta y medio marmota. La otra falencia de los mexicanos es la falta de gol. Habíamos visto el amistoso contra Italia donde generaron no menos de 10 situaciones claras de gol, convirtiendo apenas 2. Nótese que el empate azteca se dio por medio del histórico Rafa Márquez que está más cerca de las quesadillas que del entrenamiento con conitos. Bien por Sudáfrica que hasta lo pudo ganar sobre el final, mal por México que insinúa y promete siempre, no sé muy bien qué pero lo que sí sé es que jamás cumple. Primer pronóstico, fallido. Análisis mejores y más detallados, búsquenlos en otros lares. Y tomen esto como la primera máxima de estas crónicas. Como apostilla podría agregar, como me sugiere un amigo, que el payasesco arquero mexicano Pérez tiene un alarmante parecido con el Dr. Evil de Austin Powers.
Durante el partido hubo algún intento de hacer “la ola”. Chuky y yo nos resistimos a esta payasada. Chuky me arenga, se enajena: “¿La ola? ¿Qué invento nefasto es ese? Una pelotudez, Firmin. En la cancha se alienta, se putea, se grita, se canta y no se toca esa cornetita del orto. Eventualmente se le tira algo al referí…Pero, ¿la ola? Son todos putos. Déjense de joder. Es como en esos partidos amistosos de la selección contra un rejuntado infame a los cuales asisten los pavotes con el gorrito arlequín y entonan el desangelado “Vamos, vamos Argentina…que esta barra quilombera…” ¿Quilombera? Mátense. Hay que alejar a la familia de las canchas de fútbol.” Admiro esa sabiduría ancestral de Chuky. No puedo menos que estar de acuerdo con él en este punto.
*Uruguay-Francia: Partido trabado, horrible. Veíamos a Forlán solo como un paria luchando contra todos los franchutes. Francia, no mostró nada, que es lo mismo que decir que Francia jugó igual que siempre. Es notable la merma en el rendimiento que la pendejita le regaló a Ribery. Obviamente, lo exculpamos. Tener a Tití en el banco resulta, cuanto menos, sospechoso. Por otro lado, dos detalles quiero marcar: la primera buchoneada del Mundial, pidiendo amarilla para un rival fue de Uruguay; el primer expulsado fue de Uruguay. Un partido olvidable.
Después de un día agitado y emocionante, Chuky me confiesa que desea que mañana pierda Corea para que lleguen desmoralizados a jugar contra nosotros el jueves. Le explico que los coreanos no tienen moral. Lo barrunta durante un rato, comprende lo que intento decirle y accede a darme la razón. Percibo en Chuky un interlocutor más capacitado y apto que varios.
Más o menos con los vaticinios de ayer, lo admito. Insistimos con los de mañana, no sin antes aclarar que me invade una ilusión que excede la razón en cuanto a la selección argentina se refiere. Pese a todo, sí.
Corea-Grecia: Empate. 0-0
Argentina-Nigeria: Ganamos. 3-0
Inglaterra-EEUU: Empate, sorpresivo, tipo 2-2.
viernes, 11 de junio de 2010
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5 comentarios:
CADA VEZ ME DOY MAS CUENTA QUE LA GRAN AUGUDEZA Y PERSEPCION DEL FUTBOL DE CHUKY ES INMEJORABLE.
"MATEN A LA OLA Y NI HABLAR DE ESAS MALDITAS CORNETAS QUE NO DEJAN DE SONAAAARRRR"
Chuky es un genio encubierto de barrabrava, sin dudas. ¿Vio usted, la "pendejita" de Ribery?
A no desesperar, mejores cosas nos esperan en algún cielo.
TREMENDAAAAA!!!!!!
ESTAS SEGURO QUE MEJORES COSAS NOS ESPERAN?
No sabría decirte fehacientemente, pero si no creemos...
TENGAMOS FE
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