miércoles, 9 de junio de 2010

Crónicas desde Sudáfrica

Día 1

Empapado por un detestable chauvinismo y patrioterismo mal entendido pero inevitable, decidí viajar al Mundial. Entre rifas, ahorros y vueltos no entregados logré mi propósito. El viaje, debo admitirlo, fue bastante entretenido pese a los barras que se esmeraban en encontrar nuevas formas de molestar. Y lo lograban. A mi lado se sentaba uno de estos muchachotes. Lo notaba medio apagado y deprimido. No tardé en enterarme el por qué. Chuky, que así se hacía llamar, era el jefe de los barrabravas de Atlas y pese a que no se quedaba atrás en cuanto a violencia, delincuencia y manejos turbios los otros barras lo despreciaban y lo relegaban porque insistían en que Atlas había transado con Fox Sports y que Niembro le había pagado todo el paquete a Sudáfrica. Chuky se defendía diciendo que no había visto a nadie de Fox Sports, salvo a los que iban a filmar el programa de su equipo y, una vez, de lejos le falló un piedrazo al Colorado Liberman y que, en todo caso, ninguno de los que lo desmerecían había recibido el dinero para viajar al Mundial de manos de Juan Carr.
Dos hechos me asombraron: Chuky, con toda su documentación perfectamente ilegal, ingresó alegre y rápidamente a Sudáfrica; Chuky se hospedaría en el mismo hotel que yo. Conjeturé que tener como compinche a Chuky no estaría del todo mal. Sus 2 metros de ancho oficiarían como fuerte disuasión ante algún eventual problema.
Una vez que llegamos al Shilton, (Hotel que era propiedad de un multimillonario inglés que odiaba al ex arquero y bautizó así a su cadena de hoteles con la particularidad de tener decoradas todas sus habitaciones con goles que recibió el famoso Peter…Y eran muchas habitaciones y muchas sucursales en muchos países.) nos acomodamos cada uno en su cuarto y nos encontramos en el bar del hotel. Por los conocimientos de Chuky del inglés, francés, chino mandarín, búlgaro y esperanto, noté que se desenvolvía muy bien en el mundo actual: por señas. Así logramos que nos sirvieran unos sándwiches y unas cervezas.
El hotel no era pretencioso así que allí, en el bar, se encontraba un grupo variopinto de personas que hablaban como nosotros, como todo el mundo por estos días, de fútbol. Comienza la aventura…

2 comentarios:

marcelo dijo...

NOTO SIN TEMOR A EQUIVOCARME QUE CHUKY Y USTED SE VAN A LLEVAR MUY BIEN, CON SU AGUDEZA Y LA PERSUACION DE CHUKY VAN A LLEGAR MUY LEJOS.
QUE LASTIMA QUE LE ERRO EL PIEDRASO A LIBERMAN

Geoffrey Firmin dijo...

Usted es m uy perceptivo, querido amigo. Veremos que nos deparan estas andanzas.