Gragea (5)

Como veran, se hace cada vez mas notoria la falta de ideas. Un recurso del cual estoy abusando es publicar algo escrito hace muchos años. Y ahi va de nuevo.
Como apostilla puedo decir que es un dia hermoso para escuchar Los Redondos. Y en eso estoy.

FARTOWN
En cierto momento hubo en Fartown disputas más o menos pueriles. Hubo hombres y mujeres ajenos a casi toda expresión de angustia y dolor; tampoco la alegría y la destreza, el arte y la locura eran moneda corriente por esos días. Para decirlo de una vez: Era un pueblo gris. Hasta que, sin previo aviso, llegaron la guerra, el comercio, los pecados, el arte, el abuso,la televisión y las ideas.
Con la guerra llegó el instinto de supervivencia y ciertos movimientos con precarias ideas políticas y casi nula organización. También llegó la conciencia de la profundidad de la muerte.
El comercio trajo lujo, ambición, robos, ideas progresistas y el hambre.
Los pecados no hicieron otra cosa que ponerle sal y pimienta a Fartown, sin embargo sobrevino la dieta en forma de Iglesia y santos desconocidos hasta allí.
El arte trajo dolor y regocijo, admiración y talento, pero no se pudieron evitar las mediocres obras de los engreídos.
El abuso vino para instalarse. Para combatirlo llegó la policía y ciertas fuerzas armadas, pero luego, en la confusión...
La televisión creó idiotas y, en su obra más eficaz, comenzó a regalar (por medio de algunos conductores y locutores de segundo orden) electrodomésticos y viajes a lugares insospechados.
Las ideas...Bueno, las ideas son como el amor: Hay muy pocas que valgan la pena. Aquí y ahora, o en Fartown entonces.
Algunos se alegraron con este cambio, otros protestaron pero fueron inmediatamente confinados a nuevos establecimientos denominados “Hospicio”. La mayoría sigue sin saber que pensar.