lunes, 10 de septiembre de 2007

Policiales




El interes de mis padres por los libros (y por el cine; pero esa es otra historia) fue un estimulo infalible para despertar mi pasion por la lectura. Comence, como tantos de mi generacion (y supongo que de otras), con la coleccion Robin Hood y con los clasicos cuentos infantiles. Luego de los primeros escarceos con los libros, recuerdo haber leido historietas, revistas como El Tony, Nippur y algunas otras que no me vienen a la memoria. Todo lo devoraba con fruicion. Y llegaron las novelas policiales. Ahi, me perdi. Raymond Chandler; Dashiell Hammett; Ross McDonald. Leia esas novelas casi obsesionado, sin pausa. Viendolo a la distancia estoy convencido de que no reparaba en su valor literario, sino en la trama en si. Eso no me impediria mas tarde, a pesar de la desvalorizacion que el genero policial suele tener en el mainstream, descubrir la tremenda fuerza de algunos pasajes a los que no les queda holgado el lugar en mi biblioteca junto a los grandes escritores. Despues, con la voracidad de la juventud y ayudado por los estudios, lei de todo. En forma desordenada, sin un plan. Lei basura; lei genialidades; lei los clasicos y los no tan clasicos. Cuando no conseguia nada nuevo, releia. En algun momento llego el sosiego y la aterradora idea de que cada libro que leia era otro que me quedaba sin leer. Esto me angustiaba cuando entraba a la Feria del Libro o a cualquier libreria, llegado el caso. Me hice mas selectivo; ordene mis preferencias; me remiti a instancias superiores que me recomendaron y desaconsejaron autores. Hoy, despues de tantos años, sigo atrapado por la literatura. Y no me vengan a decir que no se lo debo, en gran medida, a esas bastardeadas novelas de Bruguera, de Alianza...
Hay, en el capitulo 7 (Una G en el aire) de El Halcon Maltes (Dashiell Hammett; 1929), un pasaje que demuestra la calidad del escritor. Sam Spade, el protagonista, empieza a relatar, con desgano, como si no importara, una historia que lo habia marcado: Un hombre, Flitcraft, sale de su trabajo para almorzar y no regresa jamas a su hogar. Tenia una familia tipo, una economia estable, una vida razonablemente feliz. Cinco años despues, la mujer de Flitcraft se presenta a las oficinas de Spade y le dice que han visto a su marido. Spade encuentra al tipo y habla con el. Flitcraft no esta arrepentido de haber abandonado todo. Ahora tiene una nueva esposa y un hijo de menos de un año; es propietario de un negocio. Le cuenta lo que le ocurrio. Cuando salio aquella tarde a almorzar, al pasar por una obra en construccion una viga cayo bastante cerca de el. Incluso un pedazo de cemento de la vereda le raspo la mejilla. Sintio que alguien le habia levantado la tapa de la vida para mostrarle el mecanismo. Decide vagar, abandonar toda rutina ya que piensa que su vida depende del azar, que ordenar sensatamente su existencia solo lo habia alejado de la vida. Y, sin embargo despues de un tiempo habia vuelto a tener una vida practicamente similar a la que tenia antes de que la viga cayera. A Spade, eso es lo que mas le gusta de la historia y termina diciendo "Se acostumbro primero a la caida de vigas desde lo alto; y no cayeron mas vigas; y entonces , se acostumbro, se ajusto a que no cayeran".
Este pasaje, infinitamente mejor escrito de lo que yo lo resumi, solo ocupa dos paginas de esa novela maravillosa que es El Halcon Maltes. Sin embargo, ha inspirado y sorprendido a varios escritores. Uno de ellos, Paul Auster, en su gran novela La noche del oraculo retoma esta historia de Flitcraft de una forma magistral. Recomiendo, a voz en cuello, la lectura de estas dos novelas. Me lo agradeceran, si son buena gente.
PD: Se suele oir por ahi que entrar a la literatura a traves de la novela policial, es como entrar por la puerta de atras. Bueno, de ser asi, en mi caso, estare agradecido de por vida por haber entrado subrepticiamente al mundo de las letras. Peor, supongo, hubiera sido no entrar. Yo no se si soy mas o menos inteligente por haber leido. De lo que estoy seguro es de que soy mejor persona de lo que podria haber sido sin leer. Imaginense.

4 comentarios:

MM dijo...

Excelente comentario.

Auster con La noche del oráculo y El Halcón Maltes, dos magníficas recomendaciones.

Yo, más humilde, recomiendo El país de las últimas cosas.

Saludos!!!

Geoffrey Firmin dijo...

Estimado Groncho, antes que nada, gracias por pasar por estos rincones. Y quiero que sepa que soy asiduo visitante de su blog y, aunque no comente jamas, leo con placer sus posts que siempre resultan un estimulo para la inteligencia y el pensamiento.
Gracias por la recomendacion. Lo anoto ya para comprarlo.

yo dijo...

me resultó muuuuuuy interesante ese pasaje de el halcón maltés

Geoffrey Firmin dijo...

Si, por cierto. Y calcule ud. que son solo dos paginas de la novela. Sin duda, ahi habia talento e ideas.
Gracias por pasar, lau. Espero que encuentre algo de su interes por aqui.