lunes, 17 de septiembre de 2007

Viveza criolla




Diógenes, a quien Platón consideraba "un Sócrates que se había vuelto loco", era discípulo de Antístenes y fue un miembro destacado de la Escuela Cínica. El tipo tenía una reputación de vivo superior; imbatible en la ironía de sus respuestas. Afirmaba que la virtud no existía. Censuraba la cortesía en el trato con las personas. Repudiaba el dinero y a quienes lo poseían, aunque mendigaba. Varias anécdotas nos lo hacen simpático. Pero se olvidó que siempre hay alguien que es más vivo que uno y mostró la hilacha. Cierta mañana, en Corinto, Alejandro Magno, el discípulo de Aristóteles, el dueño del mundo, se le acercó y le preguntó si podía hacer algo por él, y Diógenes respondió: "Apártate, que me tapas el Sol"; Alejandro, sonriendo, dijo : "Si no fuera Alejandro, me gustaría ser Diógenes". Esto fue interpretado como una señal de respeto, casi de veneración del gran rey hacia el pensador pero lo que Alejandro quiso decir era lo opuesto: "Si yo no fuera el mejor, que lo soy, no me gustaría ser el segundo, sino el último, la última mierda" Diógenes como era de esperar ya que los que la van de piolas jamás aceptan su inferioridad, no entendió así la respuesta de Alejandro y murió jactándose equivocadamente de esta historia.
Estoy descubriendo, tarde y sorprendido, la cantidad de 4 de copas que se dedican prolijamente a creerse vivos. Nos encontramos a diario con personas cuyas capacidades intelectuales, a simple vista, no alcanzan grandes alturas y sin embargo nos hacen saber lo piolas que son, de cuántas maneras distintas estafaron a perejiles o salieron airosos de las situaciones más complicadas. Estas mismas personas no dudan en calificar de boludo a cualquier sujeto que no les agrade. Ellos jamás serán los boludos en ninguna historia que cuenten. Y si por casualidad, se tildan de boludos alguna vez, lo hacen de forma que uno sospecha solapada y el "boludo" para con ellos mismos sólo lo emplean de forma simpática, jamás insultante. Algunas veces, van más allá de la esfera personal y nos enseñan, en uno o dos párrafos, cómo solucionar los problemas del pais; cómo harían ellos para campeonar si fueran directores técnicos de la selección de cualquier deporte y tantos otros asuntos en los que, si nos guiamos por sus decires, no hay persona mas idónea que ellos para tratarlos. Está claro que casi todos, por no decir todos, incurrimos, alguna que otra vez, en este error de creernos más vivos. Sin ir más lejos, pareciera que mi diatriba no es mas que otro ejemplo de 4 de copas con aires de superioridad. Trataré de darme un baño de humildad, porque para hacerse el vivo hay que ser muy vivo.Yo sospecho que conviene pasar un poco desapercibido tratando de eludir frases como "La vida es así"; "Lo que mata es la humedad"; "Siempre que llovió, paró"; cuidándose de no desmerecer a nadie sin argumentos sólidos; escuchando más de lo que se habla; cultivándose día tras día y evitando putear a todos esos estúpidos hijos de puta que nos encierran con el auto. No afirmo que así llegaremos a ser los mejores, aunque quizás evitemos ser los peores. Seguramente, seguiremos nadando en el gris con la hidalguía de aceptar que no hay gris plata ni gris topo para nosotros, sólo gris.
PD: Parece que volvieron los acentos, intuyo yo que alentados por la avalancha de mails y comentarios no enviados que seguramente los solicitaban.

10 comentarios:

yo dijo...

je, pareciera que conocés a cierta gente que yo conozco y que se cree vivísima.....me gustó la anécdota de Diógenes...no le vendría mal a varios saber estas cosas...
Saludos! :)

Geoffrey Firmin dijo...

Parecen plaga, mire vea...Me alegro que le haya gustado la anecdota.
Gracias por pasar, Lau.
Saludos!

Mercedes Alfano dijo...

Muy buen post!
Lo bueno de esta gente es que nos enseña lo que no debemos decir y cómo no debemos actuar.

El cambio nace a partir de uno

Geoffrey Firmin dijo...

Se agradece, Mechas, tanto su atinado comentario como su paso por estos rincones.
Espero qu encuentre alguna cosa de su interés.
Saludos!

Bugman dijo...

En un todo de acuerdo con usted, agrego que siento una profunda admiración por esos raros ejemplares que teniendo armas intelectuales de grueso calibre no las emplean casi nunca. Son vivos, vivísimos, y lo disimulan cortésmente. Nos podrían dar vuelta como un guante en cualquier conversación, y en vez de apabullarnos escuchan tranquilamente nuestras tonterías.

Geoffrey Firmin dijo...

Irse al mazo con el ancho de espadas, y jamás alardear que se lo tuvo, es un elegante placer sólo destinado a los grandes. Aspiremos a eso, aunque más no sea una vez!
Gracias, Bugman, por su comentario. Movilizador, como es costumbre ya.

marcelo dijo...

Estoy de acuerdo con usted,mejor personas tenemos que ser para con los demas y no esperar que los demas lo sean con nosotros si no nunca nada cambiara.

Geoffrey Firmin dijo...

Por lo pronto dudo que cambie nada. Bástenos con intentar algo con nosotros, como ud. bien dice, amigo Marcelo.

Anónimo dijo...

Estimado camarada geoffrey, estoy paseando por los blog y cai aquí.Aprovecho y dejo al pasar un abrazo y un "execelente y muy interesante blog!". Le adjunto el mío, por si gusta entretenerse con boludeces (www.lavacanohabla.blogspot.com)

Alejo (camarada dramático)

Geoffrey Firmin dijo...

Gracias, Alejo, por pasar, por el abrazo cordial, por tomarse el tiempo de leer este humilde blog y por la recomendacion del suyo. Lo visitare, sin dudas.
Saludos!